Llegamos a la tienda y ahí están, decenas de flores de Pascua deslumbrantes. ¿Cuál elegir? ¿La más roja? ¿La que tiene más hojas? ¿Esa que parece recién florecida o la que destaca por su tamaño? Elegir la flor de Pascua perfecta puede parecer sencillo, pero hay detalles importantes que marcan la diferencia entre una planta que luce espectacular durante semanas y otra que se marchita pronto. Y no solo importa cuál elijas, sino también cómo la transportas y dónde la colocas en casa para que conserve su belleza durante el invierno.
Las famosas poinsettias, con sus reconocibles brácteas en forma de estrella —rojas, crema, rosadas o color albaricoque— no son exclusivas de la Navidad. Su temporada comienza ya en septiembre, con variedades otoñales que llenan de color los hogares durante el otoño e invierno. Pero, ¿cómo saber cuál elegir y cómo cuidarla para que se mantenga bonita el mayor tiempo posible? Los expertos de Stars for Europe (SfE), que forma parte de la campaña “Stars Unite a Europe in Bloom” financiada por la Unión Europea, ofrecen una guía completa para acertar en la compra y garantizar el mejor cuidado.
¿Qué buscar al comprar?
“La calidad se reconoce a simple vista, siempre que sepas en qué fijarte“, destacan los expertos de Stars for Europe (SfE). “Elegir una buena flor de Pascua no es cuestión de suerte, sino de observar con atención ciertos detalles”, añaden.
Una planta de calidad presenta un follaje denso y saludable. En el centro de las brácteas, que son las hojas de colores que a menudo se confunden con los pétalos, deben verse pequeñas flores en forma de botón. También es importante comprobar que no haya ningún signo de marchitez o pérdida de hojas.
También se debe evitar coger aquellas plantas que estén expuestas a corrientes de aire o colocadas en exteriores. El frío y el viento puede haberlas dañado sin que se note de inmediato, ya que no siempre se ven en el momento, pero suelen manifestarse días después.


Cómo transportarla sin que sufra daños
Aunque la flor de Pascua en España florece en invierno, su origen tropical la hace sensible a las bajas temperaturas. De hecho, temperaturas inferiores a los 12 °C pueden dañarla. Por eso, es fundamental protegerla adecuadamente durante el transporte.
“Lo ideal es envolverla bien para mantenerla resguardada del frío y del viento”, señalan desde SfE. Un trayecto corto a casa, siempre que no implique una exposición prolongada al aire libre o un vehículo sin calefacción, suele ser suficiente para evitar que la planta sufra daños.
El lugar perfecto para tu flor de Pascua
Una vez en casa, elegir el lugar adecuado para colocar la flor de Pascua es fundamental para conservar su belleza durante más tiempo. Tal y como subrayan los expertos de Stars for Europe, esta planta necesita luz abundante y temperaturas suaves, preferiblemente entre 15 y 22 °C.
Un alféizar bien iluminado puede ser ideal, incluso si está orientado al sur durante el invierno. Eso sí, es esencial que la poinsettia no esté expuesta a las corrientes de aire, ya que los cambios bruscos de temperatura pueden afectarla negativamente. Si vas a ventilar una habitación, recuerda mover temporalmente la planta a un lugar más protegido.
También es importante prestar atención a la fuente de calor. Si la poinsettia está demasiado cerca de radiadores, estufas o chimeneas, el aire seco y caliente puede provocarle deshidratación y hacer que sus hojas se marchiten antes de tiempo. Si la estancia principal es muy cálida, puede ser preferible ubicarla en una habitación más fresca y luminosa, como un dormitorio, baño o cocina.
Algunas frutas aceleran el marchitamiento de la flor
Además del frío y el exceso de calor, hay otro factor que puede afectar negativamente a las poinsettias: el etileno. Este gas de maduración, que emiten frutas como manzanas, plátanos o tomates, acelera el marchitamiento de las brácteas de colores de la flor de Pascua.
Por ello, los expertos recomiendan no colocar la poinsettia junto a un frutero.