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Cuidados óptimos de la flor de Pascua. Una explosión de color hasta bien entrado el Año Nuevo

Si cuida bien de sus flores de Pascua, podrá disfrutar de un ambiente acogedor en su hogar durante meses. Sus magníficas brácteas, de distintos colores, formas y tamaños, aportan un toque distintivo a cualquier estancia y crean un ambiente acogedor en los días grises de otoño e invierno. Los expertos de Stars for Europe (SfE) saben qué consejos seguir para que tus flores de Pascua se mantengan sanas y fuertes y conserven sus brillantes colores hasta bien entrado el Año Nuevo.

Compre plantas con las mejores posibilidades de crecimiento

La forma silvestre de nuestras flores de Pascua procede de México. En el clima tropical de este país centroamericano, las plantas crecen hasta convertirse en arbustos de un metro de altura. Han transmitido su preferencia por la luz y el calor a las formas cultivadas modernas. La oscuridad, las corrientes de aire y el frío son veneno para las flores de Pascua. Por eso, al comprarlas, hay que asegurarse de que estén expuestas en un lugar adecuado. Las flores de Pascua colocadas en un rincón oscuro de una tienda, en una entrada con corrientes de aire o en el exterior a temperaturas inferiores a 15 °C suelen perder las hojas a los pocos días de la compra y a menudo mueren poco después. Reconocerás una flor de Pascua sana y con más posibilidades de tener una larga vida por su follaje vigoroso y denso, sin daños, y sus flores incipientes de color amarillo verdoso en el centro de las brácteas coloreadas. La tierra no debe estar ni seca ni empapada. Los expertos de la SfE también desaconsejan comprar plantas brillantes. Por muy bonitas que sean, no son buenas ni para la flor de Pascua ni para el medio ambiente.

Envolver y volver a casa rápidamente

Tras la compra, envuelve bien tu flor de Pascua y llévala rápidamente a casa. Las tiendas especializadas, como los centros de jardinería y los viveros, suelen ofrecer material de embalaje gratuito para proteger las plantas durante el transporte. Si la temperatura exterior es inferior a 15 °C, aproveche esta oferta. Incluso a temperaturas más altas, envolver las flores de Pascua las protege también de las corrientes de aire. Cuantas más capas de papel envuelva tu planta, mejor estará aislada del frío.

A temperaturas bajo cero, envuelve también la maceta, ya que ni ésta ni la tierra ofrecen suficiente protección a las sensibles raíces. Si transportas tu flor de Pascua en coche, evita las paradas largas en días de heladas. Sin calefacción, en el coche hace mucho frío, y ni siquiera las plantas bien envueltas sobreviven mucho tiempo.

Acostumbre lentamente a su planta a la nueva temperatura ambiente

Cuando llegues a casa, retira rápidamente el envoltorio de la flor de Pascua. Para que la transición del frío al calor sea lo menos estresante posible para la planta, es mejor no trasladarla inmediatamente a una habitación cálida. En una habitación más fresca y luminosa, como la cocina o el invernadero, la flor de Pascua podrá aclimatarse tranquilamente. Pasadas unas horas, trasládala a su ubicación definitiva.

Elige un lugar adecuado

El lugar perfecto es luminoso, cálido y protegido de corrientes de aire y grandes oscilaciones de temperatura. Por ejemplo, un lugar justo al lado de la puerta principal no es adecuado. La temperatura ambiente ideal oscila entre 15 y 22 °C. En principio, no hay nada malo en colocar la flor de Pascua junto a una ventana bien aislada. Sin embargo, es importante trasladarla a un lugar protegido cuando ventile la habitación, para que no sufra las corrientes de aire.

En el alféizar de la ventana, un platillo bajo la maceta evita que la planta se resfríe. A la flor de Pascua le gusta el calor, pero no demasiado. Un lugar junto a un radiador o una estufa no es lo ideal, porque las flores de Pascua reaccionan fácilmente a las temperaturas excesivas deshojándose. Básicamente, cuanto más calor haga, más agua necesitará la planta.

Riegue moderadamente de forma regular

Las flores de Pascua toleran mejor una ligera sequedad que un exceso de humedad. Sólo cuando la parte superior de la tierra se haya secado es el momento de regar. El interior del cepellón no debe secarse nunca. Es imposible dar una respuesta definitiva sobre la frecuencia de riego.

Además de la temperatura ambiente y la humedad, otros factores importantes son, por ejemplo, el tamaño de la maceta. Las mini flores de Pascua en macetas de 6 cm necesitan agua con más frecuencia que las plantas en macetas de 12-13 cm, debido a su menor volumen de tierra.

La flor de Pascua puede regarse por arriba, por abajo o por inmersión. Lo ideal es utilizar agua a temperatura ambiente. Si se riega desde arriba, hay que dar pequeñas cantidades cada dos o tres días hasta que el cepellón esté uniformemente húmedo sin empaparse del todo. Cuando riegue desde abajo, vierta el agua en la maceta o el platillo. La tierra absorberá tanta agua como necesite la flor de Pascua. Siga añadiendo agua hasta que el cepellón esté empapado y quede líquido en el platillo. Cuando sumerjas el cepellón casi seco, sumérgelo completamente una vez a la semana hasta que el agua deje de burbujear. A continuación, levanta rápidamente la flor de Pascua, déjala escurrir y vuelve a colocar la planta en la maceta.

Con los tres métodos es importante retirar el exceso de agua del platillo o la maceta no más de 15 minutos después para evitar que se encharque y se dañen las raíces.

Sigue todos estos consejos y disfrutará de coloridas flores de Pascua hasta bien entrado el Año Nuevo.

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