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Cómo cuidar con éxito la flor de Pascua. Conoce y evita los riesgos al manejar las flores de Pascua

Las flores de Pascua se consideran difíciles de cuidar. Si no tienes buena mano para las plantas, podrías preferir mantenerte alejado de estas coloridas plantas de interior. Sin embargo, esto es un error, ya que, si sigues unos sencillos consejos y trucos, puedes disfrutar de tu flor de Pascua durante muchos meses. Los expertos de Stars for Europe (SfE) conocen los riesgos al manejar las flores de Pascua y cómo evitarlos para que tus plantas se mantengan en su mejor estado por más tiempo.

Proteger del frío y las corrientes de aire

Las flores de Pascua, que decoran nuestros hogares durante los meses más fríos y oscuros del año, son plantas tropicales. Sus antepasados crecen como arbustos en México, donde las temperaturas suaves se mantienen todo el año. Pues, no es de extrañar que no toleren bien el frío ni la humedad del invierno. Para mantenerlas sanas, no deben exponerse a temperaturas inferiores a 12 °C ni a corrientes de aire.

La exposición al frío o a un lugar con corrientes, aunque sea por poco tiempo, puede provocar la pérdida de sus hojas unos días después. Por ello, es mejor evitar comprar flores de Pascua que estén en el exterior de la tienda o cerca de una puerta donde haya corrientes. Además, es fundamental protegerlas bien durante el transporte y llevarlas a casa lo más rápido posible. Una vez allí, necesitan un lugar cálido, lejos de las ventanas y puertas abiertas.

Si el ambiente es muy frío, puede ser recomendable dejarlas en una habitación ligeramente más fresca durante unas horas antes de trasladarlas a una estancia más cálida. Si la superficie está fría, coloca un platillo debajo para que no se enfríen las raíces. La temperatura ideal para estas plantas exóticas oscila entre 15 y 22 °C.

Bríndales la luz que necesitan

Las flores de Pascua requieren no solo calor, sino también luz. La falta de luz es perjudicial para ellas. Por eso, los expertos recomiendan no comprar flores de Pascua que se encuentren en un rincón oscuro de la tienda y, una vez en casa, colocarlas en un lugar bien iluminado.

Evita las fuentes de calor intenso

Aunque necesitan calor, las flores de Pascua no soportan temperaturas excesivamente altas. Prosperan mejor en un rango de 18 a 20 °C que en ambientes muy caldeados. Por lo tanto, no es recomendable situarlas cerca de radiadores, chimeneas o estufas. Si tienes calefacción por suelo radiante, es mejor ubicarlas sobre una mesa o estantería, en lugar de dejarlas en el suelo. Recuerda que, a mayor temperatura, más agua necesitarán.

Encuentra el equilibrio al regar

Uno de los errores más comunes en el cuidado de la flor de Pascua es el riego excesivo. Estas plantas toleran mejor la sequedad ligera que un exceso de agua, pero tampoco deben secarse completamente. Es conveniente comprobar la humedad del sustrato antes de comprarla: no debe estar ni completamente seco ni empapado.

Los expertos aconsejan regar cuando el sustrato esté seco a unos 2-3 cm de profundidad o la maceta se sienta ligera al levantarla. La frecuencia de riego depende de factores como la temperatura, la humedad ambiental y el tamaño de la maceta. Las plantas pequeñas en macetas de 6 cm necesitan agua con más frecuencia debido al menor volumen de tierra. Lo ideal es utilizar agua blanda a temperatura ambiente, siendo el agua de lluvia tibia una opción ideal.

Si el agua del grifo es dura, es recomendable filtrarla. Las flores de Pascua pueden regarse desde arriba, desde abajo o mediante inmersión. Este último método garantiza que todo el cepellón quede bien empapado, por lo que no necesitarán ser regadas tan rápidamente como con otros métodos. Es fundamental retirar el exceso de agua del platillo o macetero al menos 15 minutos después de regarlas para evitar encharcamientos.